viernes, 3 de julio de 2009

JULIACA Y EL 4 DE NOVIEMBRE DE 1965 [XIII]

Fuente: APAZA QUISPE, Hugo. Temas históricos de Juliaca. Compendio histórico cultural. Juliaca: Edición del autor, 2001, p. 184.


EPÍLOGO


Tristes fueron los días vividos por Juliaca del 4 al 15 de noviembre de 1965. Estas jornadas pasaron a la historia con un recuerdo mixto de pena y alegría. De pena porque en el holocausto de las aspiraciones justas, se pagó caro tributo con pérdidas de vidas, sangre, dolor, lágrimas y llanto; alegría y fortaleza porque la monolítica unión del pueblo sirvió para dictar la lección de civismo y también de rebeldía que la opinión del país la ha recibido como aleccionadora prueba de fuego en justa defensa de los derechos de un pueblo sojuzgado por una administración centralista departamental (VUG).

El histórico grito de noviembre de 1965 marcó “el comienzo del fin” de un decadente sistema económico, social y político, en donde los “Qaris” de Juliaca levantaron el brazo empuñado para hacer sentir su presencia en el contexto nacional. Con esta medida se logró conquistas materiales, pero lo más importante es que se llegó a comprender que sólo la unidad puede hacer grande a los pueblos.

No olvidemos que “Son los pueblos quienes forjan su propia Historia y solamente alcanzan a subsistir aquellos líderes y luchadores sociales que llegan a ser los más fieles y leales para con los pueblo que crearon las condiciones favorables para el surgimiento de estos líderes” (Garrote).

Lo real es que hoy tenemos tumbas y héroes surgidos en aquellos aciagos días, pero, quienes dirigieron este movimiento no pusieron n sus muertos ni sus tumbas, porque fue el pueblo el verdadero protagonista de estos luctuosos suceso. Hoy, Juliaca les debe a éstos héroes caídos en plena lucha, grandes monumentos por habernos dado una lección de entrega total por lograr el pleno desarrollo de la Capital de la Provincia de San Román.

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