viernes, 3 de julio de 2009

JULIACA Y EL 4 DE NOVIEMBRE DE 1965 [VI]

Fuente: APAZA QUISPE, Hugo. Temas históricos de Juliaca. Compendio histórico cultural. Juliaca: Edición del autor, 2001, pp. 161-162.

8.5 ACUERDO DEL PARO

Los reclamos persistentes de Juliaca, en octubre de 1965, básicamente se centraba en lo siguiente:

- Ampliación y mejoramiento de los servicios de agua potable, desagüe y electricidad;

- Construcción de un camal, mercado y hospital;

- Pavimentación de la carretera Juliaca-Puno;

- Parque Industrial;

- Mejoramiento del Aeropuerto;

- Canalización y drenaje de los riachuelos que atravesaban la Ciudad;

- Instalación de una Beneficencia Pública;

- Renuncia de los directivos de la Corpuno, etc.

Al ver que las demandas de Juliaca no eran atendidas, los vecinos encabezados por su Alcalde, vieron por conveniente tomar acciones de protesta severas. Por ello en reunión del día 28 de octubre de 1965, las autoridades edilicias, dirigentes de las fuerzas vivas y demás vecinos interesados en el progreso de Juliaca, acordaron realizar un paro general de 24 horas.

Debido a la magnitud de la determinación, las autoridades y dirigentes gremiales, se declararon en sesión permanente y decidieron consultar esta medida al pueblo en un Cabildo Abierto que se realizó el día 29. Allí la decisión unánimemente fue confirmada y se fijó la paralización para el día 4 de noviembre, al mismo tiempo que se formó un COMITÉ DE HUELGA integrado por los vecinos Víctor Zaférson Macedo, Angel Aragonés y Natividad Soto Ruelas.

Los días previos el Comité de Huelga y los moradores, con ahínco organizaron el Paro y por todos los medios se comunicó al país entero la drástica determinación; incluso, el municipio confeccionó un “Manifiesto a la Nación”, en donde se explicaban las razones de la medida adoptada y con ella se enarbolaba oficialmente la bandera del separatismo.

Como estaba muy cerca el día jubilar de la ciudad lacustre, las autoridades de Puno, se alarmaron por la consecuencias que acarrearía la medida, por ello es que hicieron invocaciones para que se suspenda el Paro, pero al no ser oídos optaron por pedir ayuda policial argumentando que el Paro estaba siendo preparado por “elementos comunistas”.

En un esfuerzo por evitar la huelga, el jefe de la Comandancia de Armas, el Tnte. Crnl. Jefe de la 43 Comandancia de la G.C. y el Subprefecto de la provincia de San Román, lograron una reunión entre el Prefecto Departamental, el alcalde de Puno y el Jefe de la 13 Comandancia de la G.C. de Puno, con el Alcalde de Juliaca, los regidores, el Comité de Paro y el periodismo calcetero; esta sesión se llevó a cabo en la localidad de Paucarcolla la tarde del 2 de noviembre. Allí, se logró comprometer al Prefecto Departamental a fin de que propicie una reunión con los señores Ministros de Estado que al día siguiente arribarían a Puno.

El 1 de noviembre, de Lima fueron enviados a Juliaca un centenar de Guardias de Asalto; y, el Prefecto del departamento, en tono firme advirtió que las “autoridades del Gobierno reprimirán severa y drásticamente, los disturbios que pudieron perturbar los festejos del 297 aniversario de la fundación española de Puno”.

AL respecto, el corresponsal de Juliaca del periódico “El Sol” del Cusco, enviaba su reporte en los términos siguientes: “Existe una verdadera tensión política en esta capital de provincia. Cerca de un centenar de policías de asalto procedentes de Lima ya están en esta ciudad para controlar cualquier brote de violencia”.

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