sábado, 10 de enero de 2009

CALCETAS CALIENTES Y FRIAS

Por Hector A. Cano Cáceres

Fuente: En CANO CACERES, Héctor A. Estampas en crudo y cocido. Crónicas. Juliaca. 1993. pp.72-74

Juliaca ha sido testigo de los enfrentamientos verbales, físicos y jurídicos de las damas juliaqueñas que representan una especie de simbolismo de la tierra de los vientos. Me refiero a las "Calceteras". Las broncas y pendencias tienen raíces históricas y se arrastran desde cuando se construye el local, dizque comercial, específicamente para estas damas que se dedican al tejido a mano y que está ubicado en plena Plaza Bolognesi.

El local tiene una grotesca fachada, en donde se puede ver una estrafalaria pintura hecha por algún aventurero de la brocha gorda. Allí hay una llama con dos cabezas, una bandera boliviana, enarbolada por un Machu Aycha y que parece abalanzarse a la llama de dos cabezas. Se puede ver también, en tan mediocre pintura, una calcetera mestiza con el pie derecho completamente hinchado. Un Machu Aycha que eleva su tocoro entre los dos brazos, no sabemos si con la intención de partirlo en dos. Un Chiñi Pillco, con un tocoro que le llega hasta el vientre, y que da la apariencia de un niño orinando despreocupadamente con las dos manos. Pero no hablemos de este adefesio de pintura. Veamos el problema de las calceteras calientes y frías.

Luego de que el Concejo Provincial ordenar(a) desocupar el contorno de la Plaza Bolognesi para que utilizaran el local que algún (A)lcalde hizo construir, se desató el torbellino entre dos bandos: las que no ingresarían jamás a ese local y quienes estaban deseosas de congelarse en sus interiores. Los ataques verbales fueron feroces a través de las radios, en las calles y en todo lugar donde tenían la oportunidad de cruzarse. Cuesta creer que las hija(s) de Eva tengan un desenvolvimiento atroz en el uso de la "sinhueso".

- Mire usted, señor periodista, las "capris" que están allí, en esa gruta, aparentan unas gallinas cluecas; sentadas todo el día y pareciera que están empollando, a la vez que tejen una calceta al día.

- Pero señora, ¿qué quiere usted decir con eso de las "capris"?.

- Señor periodista, es que son cien por ciento vegetales, viejitas pues, señor preguntón.

- Pero señora calcetera, ¿cuál es el motivo por el cual no ocupan las grutas de este elefante blanco?

- Mire señor periodista: es que las nietas de Matusalen parecen no sentir frío. Estas damas vienen enrolladas por dentro. Llevan pantaloncitos calientes hechos de lana de alpaca, aparte de ello tiene puestas veinte polleras térmicas, corpiños, escarpines, chullos, pasamontañas, mantas y mantones. Además, aunque usted no lo crea, tienen un "huajto" entre los sobacos, le llaman el "cordillerano" a esa botellita y cada vez le ponen su dosis. Ahora señor periodista, estas damas, como no hablan inglés, se "chupan" y de ahí que no quieren saber nada con el contorno de la Plaza, porque para estar en esta periferie, hay que dominar el idioma de los gringos. Es más, señor "papagayo" radial, disculpe que lo trate así, aunque tiene cara de buitre; pero como decía, estás hijas de Venus, venden su mercadería "bambeada". No es fibra de alpaca; tienen 30% de perro "sunka", 30% de llama, 40% de fibra sintética. Acaso no estamos viendo?... Bien señor periodista, ellas nos dicen a nosotras "viejas"; yo digo, que viejo lo tendrán los pantaloncitos calientes que llevan. ¿Por qué nos tratan de viejas?. Los gringos no entran allí porque tienen miedo, parece una cueva hecha para ladrones y no para comerciantes. Yo no sé cómo se las entenderán luego de ingerir sus alimentos, porque allí no hay baños. Además con el frío, cada rato nos da ganas de orinar, eso lo sabemos por experiencia, señor "chismoso".

Las declaraciones son furibundas y los ataques, mortales. El periodista pone fin a la entrevista y como autómata se dirige a la "cueva", para entrevista(r) al otro bado.

- Señora, somos de "Veredicto"* y deseamos indagar algunas cosas: ¿Por qué ustedes no quieren salir de esa caverna h(e)cha por algún troglodita?

- Mire señor "Benedicto" o como se quiera llamar, las lagartas de afuera, de la Plaza, son tan viejas que han perdido defensas en el cuerpo, no tienen calorías, a pesa(r) de que chupan dulces todo el día. Como no tienen calorías, deben estar estiradas en la loza como suelen hacer los lagartos. Ahora bien, señor "perrorista", esto por la cara de perro que tiene. Estas "vegetales" que se la dan de jovencitas y doncellas y que a nosotras nos llaman "capris", dicen que saben hablar inglés. Lo único que saben pronunciar cuando los gringos bajan del tren es: 30 dólares, 50 dólares y para atraer a los gringos les dicen "my love". Nada mas señor. De otro lado mi querido "flaco" de "veredicto", las "lagartas" sufren de reumatismo y es por ello que reciben los rayos solares del muslo para abajo. Mire, en este momento se están masajeando.

- Nuestro localcito es chiquito pero caliente, nosotras a las seis de la mañana hacemos ejercicios: subimos y bajamos treinta veces del primer al cuarto piso y viceversa. En este sentido, no tenemos el problema del reumatismo como las "armatostes" del exterior. Un día llegó el Alcalde hasta este local y salió bailando y sudando como un caballo, no era por supuesto, el calor del sol ni las estufas ni algo parecido; era el calor humano que le brindamos en los interiores de este hermoso local contruido por algún genio. Ahora señor "Benedicto", eso del "cordillerano" es una vil calumnia de la "lagarta", nosotras a veces para ayudar a la digestión, nos tomamos un sorbito.

Al día siguiente rebalsaba el cántaro, la bronca es un hecho y con asistencia del Juez, Fiscal, policía y en plena Plaza Bolognesi, donde se encuentra el local de la "Calceteras", totalmente inaparente, construido por algún aprendiz de arquitecto; se da inicio a la camorra y vandálica pelea.

* Veredicto.- Radio Periódico, cuyo Director es el autor de la Obra.

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