René Calsín Anco
Fuente: Los Andes, Año 81, Nº 23109, Domingo 01 de marzo de 2009, p. 08
La cantidad y calida de concursos de danzas que se desarrollan en el Carnaval de Juliaca, han convertido a este carnaval n el más grande del Perú Esta imponente fiesta anual de júbilo y agradecimiento, que es admirada por propios y extraños, se caracteriza por ser fastuosa, alegre, masiva y prolongada.
El Carnaval de Juliaca
En este carnaval hay dos aspectos claramente diferenciables; uno, es el carnaval andino, en donde prima la tradición, las prácticas ancestrales y el homenaje a la Gran Pachamama; otro, es el carnaval fastuoso e imponente en donde se ha empoderado la danza. En estos días de regocijo y de gratitud de una población trabajadora y próspera, de una u otra manera está involucrado un significativo porcentaje de los moradores de nuestra región, particularmente de la zona norte.
Antecedentes
En la centuria pasada se apreció cualitativos cambios n el Carnaval de Juliaca, específicamente en lo que concierne a la actividad dancística. Hace un siglo, de la variedad de danzas, la Qashwa, los Morenos (o Phusamorenos), la Tarka y los Sikuris se encumbraban como las principales manifestaciones coreográficas. De los promotores de entonces se distinguía don Miguel Ortiz. El maestro José Catacora Solórzano rememoraba: “Los tradicionales MORENOS eminentemente típicos y cuyo mayorazgo insustituible era el recordado don Miguel Ortiz” y el autor de la canción La Calcetera, Pascual Carpio Idiáquez, escribía: “Recordamos bastante la variedad de bailes típicos… se destacaba la comparsa de pusamorenos dirigido por don Miguel Ortiz”.
En los carnavales de los años veinte se insertaba una nueva expresión coreográfica, la Pandilla Puneña. En el diario El Siglo del 26 de febrero de 1928 se informaba: “Gracias a la monótonas cholitas pandilleras que con sus trajes típicos al son de guitarras, mandolinas y quenas, recorrían las calles de Juliaca, evocando el carnaval. Gracias a ellas no hemos muerto de tristeza”.
La acentuada migración iniciada en los años cuarenta provocó sustanciales transformaciones en la ciudad de Juliaca. Hizo que se extinguieran algunas danzas, que aparecieran otras y que se instauraran certámenes de danzas. A mediados de siglo y por algunas décadas, en los carnavales de Juliaca se entronizaba la Pandilla Puneña, danza que se apreciaba en su máximo esplendor el domingo de amargura, en la localidad de Caracoto.
En estos últimos años lograron arraigo otras manifestaciones coreográficas, caso de la Morenada, los Sikuris, los Caporales, la Kullawada, los Tinkus, los Tobas, la Diablada, la Waka Waka, los Tundiques, el Sikumoreno y los Carnavales, además de la Qashwa de San Sebastián.
El primer concurso
En la ciudad de Juliaca en 1976, el año de las Bodas de Oro de la provincia de San Román, empezaron los concursos de danzas en el marco de los carnavales. Se hace constar que antes de 1976, los pocos conjuntos juliaqueños de entonces participaban en los certámenes que se cumplían en Calapuja, el día sábado, y sobre todo en Caracoto, el domingo de amargura.
Instauración de los concursos
Sobre la instauración de los certámenes dancísticos del Carnaval de Juliaca es esclarecedora la siguiente cronología:
JUEVES 4 DE MARZO DE 1976: I Concurso Folklórico “Sombrero de Oro”, organizado por el Barrio Túpac Amaru, en la plaza de ese barrio. Un quinquenio después el certamen se trasladó para el día viernes. Desde hace una década y media este concurso de transformó en Parada.
SÁBADO 3 DE MARZO DE 1979: I Concurso “Toqoro de Oro”, organizado por la Agrupación Folklórica los Machuaychas de Toqoros y Pinquillos, en el anfiteatro natural del cerro Huaynarroque.
LUNES 17 DE FEBRERO DE 1986: I Parada Folklórica, organizada por Radio El Sol de los Andes. Desde 1999 este certamen fue organizado por la ACOF [Asociación de Conjuntos Folklóricos de Juliaca] y hoy por la FEDAC [Federación de Arte y Cultura de San Román].
JUEVES 10 DE FEBRERO DE 1989: I Concurso “Varilla de Oro”, organizado por los comerciantes del mercado Manco Cápac, en la plaza del barrio Manco Cápac.
MIËRCOLES 21 DE FEBRERO DE 1996: I Concurso de Danzas del Pueblo Joven La Revolución, organizado por el Comité Pro-Distritalización del futuro distrito de San Miguel.
VIERNES 14 DE FEBRERO DE 1997: Primera versión del Concurso de Danzas “Cristo Blanco”, organizado por la Asociación de Conjuntos Folklóricos de Juliaca y desde el pasado año es organizado por la FEDAC.
MIÉRCOLES 25 DE FEBRERO DE 1998: I Concurso de Danzas Autóctonas “Pinquillo de Oro”, organizado por la Asociación Folklórica los Chiñipilcos, en la explanada de[l Barrio] la Rinconada.
Los concursos actuales
En estos últimos años se vienen desarrollando diez concursos. La FEDAC San Román ha proclamado a cinco de ellos como certámenes oficiales (Varilla de Oro, Cristo Blanco, Sombrero de Oro, Toqoro de Oro y la Gran Parada Folklórica); a otro como concurso obligatorio (Pinquillo de Oro), y a otros cuatro como certámenes opcionales: (Caracoto, San Miguel y los pasacalles de [las calles]Ocho de Noviembre y Santa Cruz).
El Carnaval más grande
El carnaval de esencia dancística por obra de los conjuntos participantes en los diversos certámenes que anualmente se desarrollan en los días calceteros más festivos y alegres, ha devenido indiscutiblemente en el más grande del país, por ser un carnaval fastuoso, alegre, concurrido y extenso. Afortunadamente el Carnaval de Juliaca en el presente año podrá ser visto en el mundo en tiempo real, a través de los siguientes portales: www.andino.pe y www.fedacjuliaca.com.
Un carnaval fastuoso
La majestuosidad del Carnaval de Juliaca se pone de manifiesto cuando los conjuntos que intervienen en esos días de jolgorio realizan un despliegue inusitado de sugestivas figuras y mudanzas coreográficas, de variados ritmos y hermosas melodías, de atractivos y bellísimos trajes, como de costumbres ancestrales. La majestuosidad del carnaval se agranda conforme se acrecienta anualmente el número de danzarines y músicos por conjunto, fruto de una mayor inversión de los directivos y danzarines de esta comercial y cosmopolita ciudad. El crecimiento cuantitativo y, sobre todo el cualitativo, hacen que el Carnaval de Juliaca sea imponente.
Un carnaval alegre
El Carnaval de Juliaca es en suma un hecho festivo, en donde una población eminentemente trabajadora y próspera pone de manifiesto su regocijo y su agradecimiento. Los moradores propios y avecindados luego de laborar arduamente durante el año, esperan estos días festivos y alegres, para mostrar su jolgorio y el reconocimiento a sus éxitos. Este agradecimiento es la continuación del homenaje a la Gran Pachamama de la población andina. Por esa gratitud varios conjuntos, particularmente las morenadas, inician pomposamente sus ensayos con la presencia de artistas de renombre internacional.
Un carnaval masivo
El Carnaval de Juliaca es masivo porque involucra directamente a numerosos danzarines y músicos; es más, congrega a un multitudinario público en los concursos de danzas que se cumplen, tanto en escenarios cerrados como en las diferentes arterias de la Ciudad de los Vientos. Participan más de veinticinco mil danzarines y más de seis mil músicos, y la nutrida concurrencia sobrepasa las doscientas mil personas.
Un carnaval prolongado
El Carnaval de Juliaca es extenso porque inicia el sábado de carnaval con la Entrada del Ño Carnavalón y concluye diez días después con la Espectacular Parada Folklórica. En esos días de regocijo, desde el miércoles 25 de febrero hasta el lunes 2 de marzo, se cumplen ocho concursos de danzas y dos pasacalles, además de otras actividades ancestrales. Debemos añadir que estos carnavales tienen como antesala la Elección de Señorita Carnaval y el Concurso de Elencos de Danza, y días antes el desarrollo del Carnaval Chico, que se cumple cada 20 de enero, en ese día la Agrupación de Toqoros y Pinquillos los Machuaychas y la Asociación Folklórica de Toqoros y Pinquillos Los Chiñipilcos evocan la danza emblemática de Juliaca, la Qashwa de San Sebastián.
Por la promoción del carnaval
Si bien es cierto que el Carnaval de Juliaca es el más grande del Perú; sin embargo, por la falta de difusión nacional e internacional se sigue considerando al Carnaval de Cajamarca como el de mayor importancia, inclusive otros carnavales, siendo menores con respecto al Carnaval de Juliaca, son mejor promocionados, caso del Carnaval de Ayacucho. Es hora que los conjuntos, la FEDAC San Román, las instituciones encargadas por velar el desarrollo cultural de Juliaca, los periodistas, las entidades auspiciadotas y autoridades mancomunadamente apuesten por una difusión nacional e internacional del verdadero carnaval más grande del país.
El carnaval del 2010
El epílogo de los carnavales del presente año debe coincidir con el lanzamiento del Carnaval de Juliaca 2010. Sugerimos que de una vez por todas se constituya y trabaje activamente una comisión multisectorial con miras al próximo carnaval. Esta comisión además de concretar sustanciales cambios en el desarrollo de los carnavales, debe priorizar la difusión nacional e internacional del Carnaval de Juliaca.
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